miércoles, 26 de marzo de 2008

Revistas de cómics 1: CAIRO










Con la entrada de hoy, tengo intención de empezar a repasar la historia de las revistas de cómic en España, prestando especial atención a su etapa dorada de los 80. Y comienzo por la que, para mí, fue la más importante: CAIRO, teniendo en cuenta la oferta que encontraba entre sus páginas. CAIRO fue publicada por Norma Editorial y, con una periocidad mensual, aguantó en el mercado 10 años. Su primer número apareció en 1981, y el último, el 75 en 1991. En la primera etapa (del 1 al 30), estuvo dirigida por Joan Navarro, y dejó claro su gusto por la “línea clara” de la escuela franco-belga. Por sus páginas desfilaron autores nacionales como Pere Joan, Daniel Torres, Mique Beltrán, Montesol, Micharmut y Sento, y francófonos de actualidad como Jacques Tardi, Rivière y Flo'ch, o Yves Chaland y clasicos como Edgar P. Jacobs y Franquin. Los problemas económicos obligaron a cerrar este periodo después de 30 números.

Tras un paréntesis de unos meses, y para alegría de sus lectores, CAIRO volvió a la carga, dirigida por Rafael Martínez, Antoni Guiral y Montesol. Esta vez sin renunciar a su inclinación por la línea clara, también fueron apareciendo trabajos de otros autores como Zentner y Pellejero, Miguelanxo Prado, Manel Fontdevila, Pep Brocal o Antonio Navarro, además de autores de fuera de nuestras fronteras como Moebius, Vittorio Giardino, Ted Benoit, Dupuy y Berberian, Baru... La vida de la revista se prolongó hasta 1991.

Las imágenes que os pongo muestran la portada del primer y del último número, así como sus editoriales correspondientes. Puedo decir con orgullo que conservo con cariño la colección completa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo tuve muy poquitos números de esta revista, comprada casi siempre por descuido. Recortaba y collageaba -mis carpetas siempre me lo pedían- mucho en aquellos tiempos, sobre todo, de Cimocs, 84 y revistas de monstruos.
En la biblioteca municipal del Forum metropolitano de la Coruña tienen números de Cairo. Al leerlos te das cuentas que sus editoriales no eran pretenciosos, no se trataba de otro baúl de historietas.
Ismael, el Gran niño eruptador del Popocatépetl.